El poder de quien reina en las profundidades del Hades y de la Noche. Yo llamo a Hécate, hermosa Dama, de cuerpo terrenal, acuoso y celestial, sepulcral en un adornado y azafranado velo complacido con los oscuros fantasmas que se esconden en las sombras.
Hécate, a la que Zeus honró sobre todos y le procuró espléndidos regalos, la suerte de participar en la tierra y el mar estéril. Ella también obtuvo en lote la dignidad que confiere el estrellado cielo y es especialmente respetada por los dioses inmortales. [...] En nada la maltrató el Crónida ni tampoco le quitó nada de lo que recibió en suerte entre los primeros dioses, los Titanes, sino que sus atribuciones son las mismas que tuvo desde el principio.

sábado, 12 de enero de 2008

Caras de Hécate: Animales

Hècate fue relacionada con varios animales, tanto si era personificada en su forma triple, como de forma única. Se la representaba con la cabeza de serpiente, león, caballo y quizás la más popular: de perro, incluso al punto de ser llamada “La Perra”. En Tracia su manifestación era un perro, y los griegos y romanos advertían que su cercanía era anunciada por aullidos o ladridos de éste animal, animal con el que tambièn se asociaba a la Diosa Diana, conocida de igual forma como una Diosa de la “hechicería”.
Cual era el papel del perro y porque se lo relacionaba con Hécate? En varios pueblos y culturas los cadáveres eran dejado a los buitres y perros para ser devorados por ellos y ser liberados así de este mundo. . Asi lo dice Ana Silvya Caracic en su escrito “El imaginario de la Luna y la muerte a traves del tiempo” (lll):
Entre los escandinavos, el fuego que destruye los cadáveres es visto como un devorador y se lo llama “lobo”, “perro”. ¿Es casualidad que Odín alimente a sus perros Geri y Freki, cuyos nombres significan el “voraz” y el “devorador” con los cadáveres de los héroes caídos en batalla. Vogules y ostyakos ven al demonio de la muerte bajo la forma de perro. En Kamchatka hay un dicho: La forma más segura de llegar al paraíso es la de ser devorado por bellos perros. Aquí, el acto de ser devorado por un animal representa la imagen de la muerte, no el animal sino el acto.
En India, el dios Prajapati creó la muerte como el “devorador”.


Mencioné que todo dependía del contexto geográfico y cultural, vean que la imagen del devorador en África es la hiena, ella cumple esa función. Entre los dinkas y los nuer, es la hiena la que corta la cuerda que antes ataba el cielo y la tierra, y por la que trepaban los ancianos para volver después a descender, ya rejuvenecidos.

Entre los indios de Norteamérica la función recae en el coyote y en el lobo. Son concebidos como poderes hostiles que amenazan la vida. Vean que a pesar de la lejanía con los escandinavos, en el mito de los indios luisenos del sur de California, hay elementos que podrían compararse con los europeos nórdicos. Dicen que las gentes primitivas contaban que al morir al Luna, que vivía en la tierra y no en el cielo, mandaron al coyote a buscar fuego. Durante su ausencia, la mosca azul encendió una llama en la cual fue arrojada Ouiot, la Luna. Apareció el coyote, se arrojó sobre Ouiot, le arrancó el corazón y lo devoró. Después de esto, Ouiot apareció en el cielo. Vean aquí que el coyote es un devorador, un adversario que amenaza la luz y la vida; pero la otra vertiente simbólica nos dice que por ese acto, aunque devoró el corazón de la Luna, la ayudó, sin querer, a subir al cielo y convertirse en la luz nocturna que los hombres necesitaban. Este es al mismo tiempo un mito etiológico, o sea que explica causas. Vean también que la muerte está asociada a la luna.

Aunque el monstruo devorador es custodio de las puertas del Otro Mundo, el hombre lo proyectó como imagen de la muerte misma. Es el devorador de la vida, el que la arranca. Hay completo acuerdo en afirmar que la realidad última en esta vida terrena es la muerte.” “….Y por supuesto, tenemos en el área germánica la cacería salvaje, que no es otra cosa que la caza de la hueste de los muertos bajo forma de perros negros, lo que trae a colación el temor que genera en la gente el escuchar los aullidos de los perros de la muerte. Este tema de la Caza Salvaje es persistente en Europa.”

Los perros son vistos como guias de los espíritus al “otro mundo”, sin duda, éste es el aspecto de Hécate que se reflejaba al tener al perro como acompañante e incluso como una personificación de sí misma, esto se confirma al ver otro animal con el que era asociada: La serpiente, que personifica la muerte y renacimiento y es un símbolo de transformación; la Amanta que significa “sin fin” , la muerte y renacimiento unidas en un único ciclo vital.

Tal vez parezca muy agresiva la imagen del perro devorador, pero debe verse bajo la forma del “agente transformador”: El perro devora y aquello que fue devorado es irremediablemente cambiado, transformado. El mensaje sería que el custodio de las puertas al otro mundo también es el encargado de trasformar, y no es acaso la muerte la transformación mas definitiva?.

El caballo a su vez es visto como el “transporte” al más allá, éste animal es también mencionado en la leyenda de la Caza Salvaje, que dice que el hombre encapuchado viene galopando en busca de personas que llevarse al otro mundo. Así en estos animales vemos al trasporte, a los guardianes del otro mundo y al agente transformador que es la muerte, y la conjunción de todos ellos en forma de serpiente: la regeneración.

Si recordamos a Hécate como una Diosa- Madre, Cetónica, la Tierra, y la destructora por excelencia, es la que nos conduce y nos transforma, de muerte a vida, de vida a muerte Y es de esta forma en que se establece su relación con la luna, por ser ésta directamente relacionada con los ciclos, nacimiento-crecimiento-muerte-renacimiento.

Y aquì es dònde aparece quizás la relaciòn de Hécate con el Leon: En la Isla de Semotracia, en Tracia, existia uno de los principales santuarios prehelenicos. Construido al oeste de las murallas de la ciudad de Semotracia, fue reconocido en la época clásica por su culto mistérico. La identidad y la naturaleza del panteón de Los Grandes Dioses resulta enigmatico, el conjunto de Dioses era llamado o simplemente “Grandes Dioses”. Era un conjunto de Dioses Cetónicos que estaban agrupados alrededor de una Gran Diosa Madre, la que era representada en las monedas de Semotracia, sentada y con un león al costado.

jueves, 3 de enero de 2008

Los origenes

A pesar de las creencias populares Hècate no fue una Diosa griega, sino que tuvo su origen en Tracia donde era venerada como una Diosa de las tierras salvajes y de los partos. Su santuario mas importante estaba en Lagina, donde la Diosa era atendida por Eunucos. En Tracia desempeño el papel de gobernadora de "las puertas" , tràncitos y umbrales. Serìa despuès llamada "Reina de los Fantasmas" y relacionada con la hechicerìa.

Se cree que las primeras representaciones de Hècate fue como una diosa simple y no triple como se le conoce ahora. Pausanias, historiador y geografo griego afirmo que la primera vez que fue representada `Hècate como una Diosa Triple fue a finales del siglo V. En algunos retratos clasicos es representada sosteniendo una serpiente, una antorcha y una llave, aunque en otros lugares era descrita con tres cabezas: Una de perro, otra de serpiente y una mas de caballo.

La referencia escrita mas antigua griega es en la Teogonía de Hesíodo:

Al que ella quiere, grandemente le asiste y ayuda; en el juicio se sienta junto a los venerables reyes, y en el ágora hace destacar entre la gente al que ella quiere. O cuando armados de coraza marchan los varones hacia la guerra destructora de hombres, allí la diosa asiste a los que quiere decididamente concederles la victoria y encumbrarles de gloria. Es capaz de asistir a los nobles que quiere y con igual capacidad, cuando los jóvenes compiten en juegos, allí los asiste y ayuda la diosa; y el vencedor en fuerza y capacidad, fácilmente y contento se lleva un magnífico premio y proporciona gloria a sus padres. A los que trabajan en el mar intransitable y elevan sus súplicas a Hécate y al resonante Ennosigeo, fácilmente la ilustre diosa les concede pesca abundante y fácilmente se la quita cuando parece segura si así lo desea su corazón. Es capaz de aumentar el ganado en los establos junto con Hermes, y en cuanto a las manadas de bueyes, los extensos rebaños de cabras y las majadas de lanudas ovejas, si así lo desea en su corazón, multiplica los pequeños y disminuye los numerosos.
Todavía ahora, cuando alguno de los hombres de la tierra los propicia, celebrando magníficos sacrificios según costumbre, invoca repetidamente a Hécate. Muy fácilmente obtiene gran honor aquél cuyas súplicas acepta complaciente la diosa, y le concede prosperidad puesto que está en su mano.


A investigadores les sorprende que Hesíodo haya dedicado tantas alabanzas a una Diosa que era considerada menor y aparte extranjera en grecia, eso los ha llevado a suponer que Hesíodo era originario de la tierra dónde se rendía culto a Hècate. Según Hesiodo, Hècate era hija única de Asteris, Diosa de las estrellas hermana de Leto y nieta de Febe, una titànide asociada con la luna.

Nunca fue incluida entre los Dioses olímpicos, Hècate es una Diosa cetònica, preolímpica, y los griegos nunca ofrecieron una versión oficial de su origen, posiblemente porque los “dones” de esta Diosa ya estaban cubiertos por otras divinidades locales, o porque no pudieron colocarla a disposición de Zeus, como el resto de Diosas griegas que eran sometidas a su voluntad. Su descendencia es igual de confusa, por un lado como la mayoría de las Diosas madres –que después fueron convertidas en Diosas de la hechicería- Hècate no tuvo descendencia, otras versiones la señalan como madre de monstruos.